Como todas las partes del cuerpo, los huesos están formados por tejido vivo que se renueva contantemente, nuevo hueso aparece al mismo tiempo que el hueso viejo es reabsorbido por el organismo; ambos procesos tienen lugar simultáneamente, de manera que el hueso nuevo ocupa el lugar del viejo para mantener la salud y solidez de toda la estructura. Es una de las tantas maravillas de la naturaleza. Se puede decir que el esqueleto humano se renueva por completo cada diez años. Pero cuando este delicado equilibrio se altera, porque disminuye la formación de hueso nuevo, o porque aumenta la reabsorción, o por ambas causas simultáneamente, aparece la tan temida osteoporosis.


Osteoporosis

La osteoporosis es una enfermedad ósea en la que los huesos se vuelven más porosos, debido a que aumenta el número y la amplitud de las celdillas que existen en su interior,  esto genera una disminución de la densidad de los huesos haciéndolos más delgados y frágiles de lo normal, menos resistentes a los traumatismos y más propensos a sufrir fracturas. Las fracturas más frecuentes se producen en la muñeca, la cadera y las vértebras.

En el pasado se pensaba que la osteoporosis afectaba solamente a las mujeres de edad madura, pero lo cierto es que, aunque efectivamente su mayor incidencia se produce en las mujeres durante y después de la menopausia, también los hombres mayores de cincuenta años pueden padecer esta enfermedad, pues la pérdida de minerales por falta de hormonas es un proceso fisiológico propio del envejecimiento; de hecho, las probabilidades indican que casi un 50% de las mujeres y un 25% de los hombres mayores de 50 años en algún momento de sus vidas se fracturarán un hueso a causa de la osteoporosis. No obstante, el riesgo de sufrir osteoporosis no se limita a la población de edad madura; en realidad, existen otros factores determinantes para que cualquiera pueda llegar a padecerla.

Entre estos factores de riesgo el principal es el genético, ya que tener antecedentes familiares de osteoporosis incrementa las posibilidades de sufrirla. Más presentar osteopenia, es decir, pérdida de densidad ósea o ser de talla pequeña y delgada, tomar ciertos medicamentos, ser de raza blanca o asiática, mantener una ingesta reducida de calcio durante largo tiempo, tener déficit de vitamina D por problemas nutricionales o de mala absorción, no tomar sol, ser fumador, consumir alcohol y cafeína en exceso, así como tanto la falta o exceso de proteínas y minerales por dietas no equilibradas, también puede desencadenar la osteoporosis.

La osteoporosis no produce síntomas, es posible que una persona la padezca y no se dé cuenta de ello hasta el día en que sufra una fractura; el mejor modo para descartar esta posibilidad es realizar una densitometría ósea, es decir, un examen que evalúe la densidad mineral del hueso.

Pero independientemente de esto, lo importante es que la forma más eficaz de evitar todos los padecimientos y complicaciones que surgen a raíz de una osteoporosis es la prevención; para conservar unos huesos resistentes es necesario mantener una dieta balanceada, rica en calcio y vitamina D, cultivar el hábito de hacer ejercicio, evitar el alcohol y el tabaco, así como el exceso de cafeína, seguir un control médico periódico y prepararse para cuando llegue la menopausia. Y no esperar a que sea demasiado tarde para comenzar. El cuidado de la salud ósea es algo que debe iniciarse desde la infancia y continuar hasta la vejez; en palabras de la doctora María Alejandra Rodríguez Zía, especialista en endocrinología, “es fundamental educar en la prevención, y saber que habitualmente no se requieren tratamientos en base a drogas, que muchas veces no tienen efectos positivos, sino seguir una serie de hábitos saludables”.

Con información de agencias y opinión de expertos en la prensa especializada.

GF

La osteoporosis desmorona a las personas, pero se puede prevenir
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