El cambio climático es una expresión que ha estado universalmente presente en los últimos años. Innumerables esfuerzos han sido realizados por parte de expertos, se han organizado encuentros, foros y conferencias, se han escrito cientos de artículos, y diversos organismos no gubernamentales y oficiales se han empeñado en la tarea de sembrar conciencia en el público con respecto a la adopción de costumbres, tanto sociales como personales, que sean más amistosas y compatibles con la preservación del ambiente. A pesar de eso, es muy poco lo que se ha avanzado en lo relativo a adoptar, efectivamente, medidas reales de protección hacia el entorno natural.


crisis climatica - calentamiento global

No obstante, es vital comprender que los efectos nocivos que ejerce el calentamiento global sobre nuestro planeta son toda una realidad, y no como algunos parecen querer creer, una mera fantasía o simple alarmismo de los llamados conservacionistas o “verdes”; sólo hay que observar las cada vez más frecuentes alteraciones que han venido sufriendo los ciclos naturales de lluvia y sequía; temporales progresivamente más fuertes, alternados con períodos de estiaje realmente rigurosos, con las consecuentes inundaciones y desecación de los cuerpos de agua, respectivamente; todo lo cual tiene implicaciones verdaderamente adversas sobre la vida, las cosechas y la economía mundial, han alertado los expertos.

No se trata de un asunto que concierna sólo a las especies animales o vegetales, o una simple cuestión de mantener un clima agradable; la tierra se está sobrecalentado y esto pone en serio riesgo nuestra propia supervivencia como especie. Es crucial empezar a tomar de inmediato medidas preventivas y protectoras del ambiente, para aplazar y, ojalá, anular los efectos  del cambio climático, mediante la puesta en práctica de hábitos mejores y más amigables con el planeta, tales como el ahorro de energía, de agua, el uso moderado de los vehículos automotores, el aprovechamiento de energías limpias, el reciclaje y la separación de basura, entre muchas otras, que son imprescindibles para armonizar la relación entre el ser humano y su entorno. Así lo refieren despachos de diferentes agencias internacionales de noticias y también medios de comunicación locales, nacionales y globales.

Cada uno de nosotros, como ciudadanos conscientes, tenemos una seria responsabilidad en este sentido, y debemos, en la medida de nuestras posibilidades individuales, aportar nuestro grano de arena en lo que debe ser un esfuerzo común a todos, para mantener el equilibrio con el medio ambiente, dando ejemplo desde nuestro hogar y enseñando a los más pequeños, a niños y jóvenes, el cuidado de los recursos naturales.

Igualmente, los gobiernos de los Estados están llamados a la implementación de leyes, normativas y políticas públicas que organicen y regulen la actividad de las industrias cuyas actividades ejerzan un efecto contaminante en el ambiente, y también a la vigilancia y control de la comercialización de productos que resulten nocivos.

Por último, las organizaciones internacionales están en el deber de continuar promoviendo entre los Estados generar medidas correspondientes y equitativas, para hacerle frente a este problema global que nos afecta por igual a todos y que, por lo tanto, resolverlo es a la par tarea de todos.

LQ

El calentamiento global es una emergencia real