La Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) acaba de poner en funcionamiento el Laboratorio Nacional de Soluciones Biomiméticas para Diagnóstico y Terapia, en el cual se están llevando a cabo diversas experiencias en la creación de cultivos sintéticos para el análisis de diversas patologías, como cánceres, diabetes o la preservación de órganos humanos destinados a trasplantes; esto se está llevando a cabo mediante la aplicación de diversos desarrollos científicos y tecnológicos a fin de integrar diferentes disciplinas científicas en la creación de una medicina más personalizada y dirigida a cada paciente en particular.
Mathieu Hautefeuille, encargado técnico del laboratorio y profesor de la Facultad, explicó que el biomimetismo consiste en la creación de un elemento biológico a través de la utilización de materiales sintéticos.
Bajo condiciones controladas de luz, oxígeno, dióxido de carbono, líquido, entre otros, se pueden cultivar bacterias, células y otros organismos biológicos, a fin de observar su comportamiento ante la presencia de un determinado fármaco; no obstante, se ha observado recientemente que estos organismos no responden en el laboratorio del mismo modo en que lo hacen en su medio natural, fenómeno conocido como transdiferenciación. En este caso, el objetivo del laboratorio es la creación de tales elementos biológicos a partir de materiales sintéticos a fin de lograr que estos elementos reaccionen de la misma manera que lo harían en el cuerpo.
Este proyecto nació a raíz de la solicitud de apoyo que presentó a la Facultad de Ciencias un especialista en trasplantes del Instituto Nacional de Nutrición, en cuanto a la presentación de propuestas para la implementación de un mecanismo de preservación y transporte de órganos donados para trasplantes.
El laboratorio, que en la actualidad funciona temporalmente en la sede de la Facultad, promueve las interrelaciones entre la docencia y la investigación; aquí colaboran en el mismo proyecto profesionales de distintas disciplinas científicas, tanto en el área de la salud como en las de la ingeniería de materiales, fibras ópticas, físicos, matemáticos, geólogos y expertos de diferentes áreas del conocimiento, con el fin de formular soluciones viables a problemas reales de salud.
Expresó Hautefeuille que “lo que queremos es que la investigación que aquí se desarrolle tenga un impacto en la gente, como la disminución del costo en fármacos o la creación por ejemplo de aplicaciones para teléfonos móviles con las que se pueda medir el nivel de azúcar en la sangre sin necesidad de visitar al médico o crear muestras de un hígado (enfermo) para analizar cómo puede responder a uno u otro tratamiento”.
LQ