Informe PisaEn el marco de una reunión de expertos y secretarios de educación iberoamericanos celebrada en Sao Paulo, Brasil, con el objetivo de discutir los resultados del informe trienal Pisa, el pasado martes 20 de febrero, el director de educación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Andreas Schleicher, señaló que, si bien los países iberoamericanos han mejorado mucho en cuanto al acceso a la educación, todavía queda mucho por hacer en cuanto a la igualdad de condiciones para todos los estudiantes y a la calidad de la misma.

Explicó Schleicher que “Iberoamérica hizo muchas conquistas, en especial respecto al acceso de los niños y jóvenes a las escuelas. El principal desafío de la región ahora es mejorar la calidad y la equidad de la educación en estos países”.

El funcionario puso de relieve los “resultados positivos” alcanzados en este campo por Colombia, Perú y Brasil, así como Portugal, el cual ha llevado adelante lo que calificó como esfuerzos “muy exitosos” en la mejora de las habilidades de aprendizaje de su población en los últimos quince años.

A su vez, el director subregional de la Secretaría General Iberoamericana, Alejo Ramírez, indicó que la finalidad primordial del encuentro fue la de examinar y precisar las “políticas educativas que hay que llevar adelante” en la región.

“En términos generales, el gran logro de Iberoamérica fue el aumento de la tasa de participación educativa, con algunos rasgos de aumento en la calidad. Por otra parte, la desigualdad socioeconómica aún es un gran desafío”, explicó.

Señaló el director que el Informe Pisa, discutido en esa oportunidad, constituye una valiosa guía para el análisis y optimización de la calidad de la educación; no obstante, destacó que es necesario profundizar en el estudio de la situación y tomar en consideración otros aspectos, más allá de “tan solo tres elementos”.

“Una región como la nuestra, que es una región diversa, desigual y compleja, requiere no solamente elementos y análisis puntuales sino también poner en contexto otros elementos. El índice Pisa es un componente adicional para mejorar nuestra calidad educativa”, subrayó Ramírez.

En el más reciente examen Pisa, realizado en 2015, participaron más de medio millón de estudiantes de quince años de setenta y dos países, los cuales fueron evaluados en asignaturas como ciencias, matemáticas, nociones financieras, resolución de problemas y lectura.

La difusión del informe dio pie a lo que denominó “acalorados debates”, sin embargo, Ramírez puntualizó que todos los secretarios de educación coinciden en que “la desigualdad socioeconómica determina la calidad educativa”, lo que denota la urgente necesidad de poner en funcionamiento políticas públicas específicas encaminadas a equilibrar esta situación.

Por su parte, el ministro de Educación de Brasil, Mendonça Filho, aseveró: “Es la calidad en la enseñanza infantil, básica y secundaria que determinará un cambio estructural en la perspectiva de futuro de los jóvenes”.

Informó el funcionario que el año pasado el gobierno brasileño puso en marcha, entre otras medidas, una reforma a nivel de enseñanza media que establece un currículum único para todas las escuelas del país, las cuales deberán adaptarse al nuevo esquema antes del año 2020, además de mejoras en la capacitación del personal docente.

En este mismo orden de ideas, en fechas recientes la administración española ha venido discutiendo la implementación de un acuerdo educativo nacional, a fin de “revisar mejoras” en el área, informó el secretario general de universidades español, Jorge Sainz González.

“Algunas situaciones (expuestas en el informe Pisa) son comunes para todos los países iberoamericanos, en las que se puede invertir en mejorías. Hoy es un momento importante de compartir, ver resultados y ver como distintos proyectos dan distintos frutos en distintos países”, expresó Sainz González.

Si bien es cierto que para abordar el problema educativo cada país de la región deberá adoptar medidas adaptadas a sus propias condiciones y características, todos comparten un desafío común, tal como lo expresó el secretario español.

“Las políticas educativas no tienen un impacto inmediato en la sociedad. Es un impacto futuro, pero que tiene mucha relevancia. Se trata de un futuro muy competitivo donde todos los países están invirtiendo tiempo, dinero y capacidad en mejorar los resultados educativos en todo el mundo, por lo que tenemos que hacer nuestra parte”, manifestó.

LQ

En Iberoamérica hay ahora mejor acceso a la educación pero subsisten deficiencias en calidad
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