Una caída en el baño, una lesión en la cocina u otro lugar de la vivienda son considerados accidentes domésticos. Son más comunes de lo que se cree y en muchas ocasiones incluso pueden ser fatales

La Organización Mundial de la Salud define este tipo de accidentes como un hecho fortuito, generalmente desafortunado o dañino,  involuntario y que provoca lesiones.

Sin duda, se trata de un hecho fortuito, que nadie espera, y que se puede producir por la influencia de fuerzas externas. También se puede producir como resultado de un evento repentino en la persona, como un infarto. En esos casos, la persona pierde la capacidad de mantenerse en pie y el resultado es un accidente doméstico que se produce cuando el individuo se desploma y golpea su cuerpo con algún objeto contundente.

En todo caso, lo importante es que ningún accidente doméstico se debe desestimar. No se puede quitar significación a una contusión leve mientras se limpian las ventanas, por ejemplo. O una quemadura superficial en la cocina mientras se prepara los alimentos.

Los químicos o productos de limpieza y gran utilidad, suelen ser tóxicos y abrasivos

No hay duda de que lo fundamental es la prevención de estos eventos. Las personas deben estar conscientes de que algunas rutinas entrañan dificultades que sobrepasan sus capacidades, por lo que deberían tomar medidas de precaución. Pero más allá de eso, la atención de riesgos y su disminución forman parte de esa conveniente y necesaria actitud preventiva, en resguardo de la integridad física de todos quienes habitamos el hogar.

Definitivamente, la cocina y el baño son dos de los lugares donde ocurre la mayor parte de los accidentes, los cuales se traducen en un problema de salud pública importante. El jardín, el ático y sótano también se incluyen en la lista de sitios donde ocurren accidentes aparentemente sin importancia pero que pueden derivar incluso en la muerte de la persona.

La falta de precaución es la causa más frecuente de estos accidentes

Se estima que un piso sucio, sin cobertura antirresbalante, lleno de aceite o mojado puede hacer que las personas caigan o resbalen.

Por otro lado, la falta de iluminación en algunas habitaciones constituye un riesgo en potencia para adultos y niños. Al no poder divisar los objetos en dicho espacio es fácil tropezar y caer o ser víctima de una lesión.

Debemos ser siempre cuidadosos y preventivos en el hogar

Las quemaduras son comunes en la cocina y otros espacios donde se utilicen químicos que al mezclarse pueden ser expulsados con fuerza y lesionar al individuo. Lo ideal es que la persona utilice guantes, piezas especiales de tela acolchada y paños de cocina para manipular utensilios calientes, mover cacerolas y sartenes, entre otros. Y si toma contacto con artículos de limpieza o los ya mencionados productos químicos, use los guantes para tales faenas, además de lentes de protección y un delantal.

El mal uso de la electricidad puede ocasionar descargas que lamentar

Las descargas eléctricas son comunes también en los hogares. Para evitarlas se recomienda cubrir las tomas de corriente con los tapones para ello, evitar cables sueltos en el hogar. Las caídas en el baño, durante la ducha o mientras limpia el área pueden desencadenar esguinces o fracturas. Por ello, en caso de ocurrir, lo mejor es acudir al médico para una revisión y evaluación.

LB

Con información de agencias y medios especializados en seguridad integral

Atención de riesgos: Los accidentes domésticos no se deben subestimar