Estrés y cáncerComo si no fuera suficiente con la angustia que significa recibir un diagnóstico de cáncer, estudios recientes acaban de revelar la existencia de una clara relación entre el estrés y el avance de la enfermedad. Científicos de la Monash University en Melbourne, Australia, señalan que el estrés emocional acelera la propagación de la enfermedad.

 

En este experimento se colocaron ratones en condiciones de confinamiento a fin de reproducir las situaciones de estrés que pueden sufrir los seres humanos; posteriormente se les practicó una evaluación para verificar el progreso de tumores de cáncer mamario.

Según expresó la doctora Caroline Le, miembro del equipo de estudio, “Puedes ver un avance seis veces mayor del cáncer en los ratones estresados, en comparación con aquellos que pertenecieron al grupo de control”.

La explicación dada por la especialista sugiere que la tensión producida por una situación de estrés estimula la propagación del cáncer desde el órgano afectado hacia otra región del cuerpo, no necesariamente conectada en forma directa, mecanismo que se conoce como metástasis.

 

 La doctora Erica Sloan, investigadora líder del proyecto, señaló que “El estrés manda una señal a la enfermedad que permite a las células cancerígenas escapar de los tumores y extenderse por el cuerpo. El estrés funciona como una especie de fertilizante y ayuda a que el cáncer colonice otros órganos”.
El experimento indica que los cambios químicos producidos por el estrés dentro del organismo transforman el sistema linfático en una especie de “súper autopista” a través de la cual las células cancerosas se trasladan rápidamente de unos órganos a otros; sin embargo, la naturaleza parece proveer un mecanismo de defensa; algunos indicios sugieren que los beta bloqueadores actúan como barrera y obstaculizan este efecto, ralentizando efectivamente el avance del cáncer.

 

Estudios anteriores relacionados con el estrés demuestran que mientras el avance de nuestra cultura ha acelerado nuestro ritmo de vida hasta alcanzar una velocidad vertiginosa, nuestro organismo ha evolucionado muy lentamente y es poco más o menos el mismo que teníamos en tiempos de las cavernas, por lo que físicamente no estamos preparados para soportar este apresurado modo de vivir; como resultado, el estrés crónico que debemos soportar nos hace sensiblemente vulnerables a todo tipo de enfermedades.

La hipertensión, los ataques cardíacos, las úlceras estomacales, los accidentes cerebrovasculares, son sólo algunas de las muchas patologías que se desencadenan a raíz de una situación de estrés continuada; esto debería llamarnos a la reflexión e impulsarnos a tomar medidas preventivas que protejan nuestra salud y puedan quizás llegar a salvarnos la vida.

GF

 

A más estrés, el cáncer progresa más rápidamente, evítalo
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