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Por: @zerpasad

Las redes sociales en el siglo XXI son parte integral de la comunicación humana. Permite conectar personas en todas partes del mundo a través de actividades relacionadas con ideas, experiencias y pensamientos. No obstante, la rápida inmersión en su uso ha ocasionado un problema ético relacionado con las zonas grises enfocadas en la responsabilidad de su uso. Pues cada día es más común leer que existe una línea muy delgada entre lo que es aceptable y no, dando paso a un escenario difuso que permite identificar que algo está alejando la realidad humana de la conciencia y la encasilla en lo que representa un marketer digital.

Ahora es cada vez más difícil identificar la evolución ética de las ideas humanas como medio de transformación y transcendencia. A medida que se incrementa la popularidad del uso de las redes sociales en la comunicación humana, las personas se enfrentan a es o no adecuado pensar. La privacidad, identidad y amistad es afectado por lo que digo hoy y por el cómo lo digo. Por lo cual, el principal desafío para los usuarios de las redes sociales es identificar los principios y valores éticos de las zonas grises de las redes sociales.

Son un medio y no un fin

La capacidad humana para identificar a la red social como medio y no como fin es una zona gris, para la mayoría de los usuarios de las redes sociales es difícil reconocer la tenue línea que separa lo que es coherente con los propios valores éticos y los valores éticos de no propios. Para la generación Milllenium y Z ello representa un desafío ético único, porque las ideas, perspectivas y creencias como personas pueden alcanzar un impacto masivo en un espacio de comunicación instantánea, que además pueden afectar mis propias creencias en base a mantener la reputación y categorización del pensamiento para el público.

Por tanto, la imposibilidad de la comunicación privada e información personal que no necesariamente cumple con criterios de seguridad y coincidencia de riqueza de diversidad de pensamiento y perspectivas humanas con las propias es otra zona gris de las redes sociales. Si es cierto que las redes sociales han ayudado a la creación y distribución de contenidos, lo ético de la propiedad de dicho contenido ha desaparecido. Las redes sociales hacen propenso el plagio y la infracción a los derechos de autor que en la inmanencia del pensamiento implica duda sobre la autenticidad y verdad de lo comunicado, ya sea, a nivel personal privado como general de información.

El significado de este hecho en las relaciones humanas y el comportamiento de las personas, facilitará la conexión pero mediante la obligación de compartir toda la información personal para que la contraparte en el mundo digital no sienta desinformación. Esta consecuencia de la comunicación instantánea de las redes sociales ocasiona la pérdida de la autenticidad de la privacidad. Dando paso a la tercera zona gris de las redes sociales, la inmediatez de las respuestas frente a la obligación de la información.

Responder ética y responsablemente en tiempo real a los seguidores o seguidos obvia uno los principios de la comunicación, la transparencia. Considerado el fin de la comunicación porque impacta y la generación de tendencias profundas de reflexión y no de la inmediatez de la respuesta que es consecuencia de la propia dinámica de la red social.

Escrito por Sadcidi Zerpa de Hurtado / Tomado de El Universal

Pro-Ética Venezuela

Zonas grises de la ética en las redes sociales