Uno de los deseos más intensos de la humanidad estaría por convertirse en realidad en el 2016, y es que la vacuna contra el sida podría ser administrada a partir del próximo año, así lo expresó el director ejecutivo de Onusida, Michel Sidibé. “Creo que la inyección podrá empezar a ser administrada a partir del próximo año porque el descubrimiento ya está hecho”.
La nueva vacuna, que ya está siendo ensayada en pacientes contagiados con el VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana) en diferentes partes del mundo, tiene como finalidad alcanzar una “curación funcional”, es decir, que los pacientes estén en condiciones de dejar el tratamiento retroviral diario, que su sistema inmunológico quede intacto y que la carga viral alcance un nivel normal. “Hace unos años una persona que tenía VIH debía tomarse dieciocho pastillas diarias, hoy sólo debe tomarse una y mañana puede que con una inyección cada seis meses le baste”, destacó Sidibé.
El director ejecutivo está convencido de que entre las grandes victorias del combate contra el sida está el haber podido controlar la epidemia y el haber reducido dramáticamente la tasa de contagios, por lo que afirmó que aunque el virus no desaparecerá nunca del ambiente, en el futuro próximo “dejará de ser un tema que centre la preocupación sanitaria de los gobiernos”.
“Hemos hecho unos avances inimaginables”, manifestó Sidibé. “La gente antes se moría, los hospitales estaban llenos de enfermos con sida y hoy podemos decir orgullosos que vivimos un contexto completamente distinto”.
Informó que América Latina y el Caribe, donde han registrado unos 1,7 millones de personas contagiadas con el VIH, es la única región en el mundo que ha logrado establecer un consenso para alcanzar un conjunto de objetivos regionales en el tratamiento y prevención del VIH para eliminar al sida como amenaza a la salud pública para el año 2030, y que para lograr esta meta está avanzando “a pasos agigantados”.
Efectivamente, en la región las nuevas infecciones del virus se redujeron en un 17% entre 2000 y 2014, así como el número de muertes relacionadas con la enfermedad disminuyó en un 29%. Esto se debe, en parte a los avances alcanzados en la cobertura, ya que en la actualidad el 47% de los adultos y el 54% de los niños menores de catorce años infectados por el VIH reciben tratamiento farmacológico; esto es un logro de la denominada “responsabilidad compartida” entre las naciones de la región, a través de la cual se ponen en marcha sistemas de financiación innovadores, con la participación del sector privado y la constitución de un régimen de obligaciones mutuas en cuanto a responsabilidad entre los países del área.
Sin embargo, todavía queda mucho por hacer en cuanto a este tema a nivel mundial, como la lucha contra la persistencia del estigma social hacia los infectados por el VIH y contra la complacencia entre los jóvenes.
Sidibé advirtió que uno de los mayores enemigos a enfrentar en los próximos años es la falsa seguridad frente al sida, el cual sólo podrá ser vencido con una inversión firme y sostenida en el tiempo, con programas preventivos realmente efectivos que incluyan un acceso universal al tratamiento, atención sanitaria eficiente y apoyo a los contagiados. “El sida no va a terminar hasta que no logremos construir sociedades inclusivas donde haya menos riesgos” aseguró, “pues no se trata solamente de combatir una enfermedad, se trata de cambiar la sociedad y de respetar la dignidad de las personas”.
Con información de agencias y noticias.yahoo
LQ