Supermercados Sainsbury´sEs innegable que prácticamente todas las actividades humanas generan contaminación ambiental; en diferentes ambientes y en diversas proporciones, unas más que otras, y nuestro deber para con el planeta es procurar en lo posible minimizar los efectos adversos que nuestro modo de vida tienen sobre nuestro entorno.

Igualmente conocido es que, en los ambientes urbanos, una de las actividades que generan más basura es la comercialización de alimentos en mercados, supermercados, abastos y establecimientos afines; conscientes de esto, y empeñados en marcar la diferencia convirtiéndose en una empresa amigable con el ambiente, los integrantes del supermercado británico Sainsbury’s tomaron la decisión de dejar de contaminar.

El anuncio lo hizo Paul Crewe, jefe de sustentabilidad de Sainsbury’s, quien informó que a partir de ahora todos los desperdicios que se produzcan en la empresa serán convertidos en energía limpia y sustentable, con el objetivo de neutralizar su huella de carbono.

Informó que el supermercado está en capacidad de producir suficiente material como para proveer de energía limpia a 2.500 hogares; para ello estableció una alianza con la empresa Biffa, a fin de unir esfuerzos y desarrollar bio-gas a partir de los desperdicios que se producen en el mercado. “Sainsbury’s no envía absolutamente nada de basura a los vertederos y siempre estamos buscando nuevas formas de reutilizar y reciclar”, afirmó Crewe.

La diferencia entre el bio-gas y el gas natural es que éste, al ser un hidrocarburo, es decir, un componente de la química del petróleo, al hacer combustión inevitablemente produce carbono; por el contrario, el bio-gas es de carbono neutral y por lo tanto no produce carbono; sin embargo, por ser su composición principalmente de metano, que es un gas de efecto invernadero, debe manejarse con cuidado, a fin de no permitir que se libere en el ambiente.

Otro aspecto del nuevo esquema de trabajo de Sainsbury’s es el relacionado con el de los alimentos que no llegan a venderse, pero que aún están en buen estado y pueden ser usados; estos productos son donados por el supermercado a organizaciones de caridad o, en caso de no ser ya aptos para el consumo humano, se envía a otras instituciones, como al parque Safari Knowley, para alimentar a los animales.

Sin lugar a dudas, un excelente ejemplo e iniciativa.

Leyda Briceño

Un supermercado acepta el reto de convertir su basura en energía limpia