Ante cualquier enfermedad contagiosa se profundizan las campañas de salud e higiene. Las personas escuchan de manera insistente que deben lavar sus manos muchas veces al día, lavar la ropa al llegar a casa del trabajo, la escuela o el supermercado. Sin embargo, en ocasiones pasa a segundo plano la higiene y adecuada manipulación de los alimentos tanto al momento de seleccionarlos en la tienda como al llegar a casa y almacenarlos para el posterior consumo

Durante las compras, las personas están expuestas a miles de bacterias, pues deben recorrer los pasillos del supermercado, manipular frutas y verduras al momento de escoger las que prefieran; deben sujetar bebidas en contenedores que se encuentran en los frigoríficos, reciben paquetes en los departamentos de carne y charcutería. En estas acciones, las bacterias se trasladan de un cliente al vendedor, del dependiente a otro trabajador, luego al personal de la caja y así hasta llegar a nuestras casas.

Por supuesto que la persona ha portado guantes, al igual que el personal del sitio de compras. Sin embargo, los productos alimenticios pueden estar contaminados. Y aunque siempre ha sido una premisa lavar o limpiar los víveres antes de almacenarlos, ante la presente pandemia del Covid-19, las medidas de bioseguridad deben ser más estrictas.

Los guantes se deben desechar al llegar a casa en un contenedor cerrado. Lavarse las manos será imperativo para continuar con las labores, aunque lo ideal es tomar una ducha y lavar la ropa usada para salir de casa a la brevedad.

Algunos se pueden lavar, otros solo limpiar con un paño húmedo, dado que demasiada agua y jabón los dañaría

Respecto a los alimentos, algunos se pueden lavar y otros solo limpiar con un paño húmedo en vista de que demasiada agua los dañaría, como es el caso de las legumbres y frutas de cáscara blanda o los huevos.

Los envases de metal y plástico se pueden limpiar con agua a la que previamente se le hayan colocado unas gotas de cloro o lejía de uso alimenticio (no la utilizada para el lavado de la ropa). Así, todos los enlatados y jugos o leche en envases plásticos quedarán libres de bacterias.

La carne, pollo o pescado puede desempacarla y lavarla apenas llegue a casa con agua y limón o vinagre. Luego podrá colocar el producto en los envases de uso frecuente. Si lo prefiere, puede cocer de una vez aquellas porciones que vaya a consumir el mismo día.

La cocina, mesón, fregadero y gabinetes, también debemos limpiarlos

Las verduras y legumbre son más delicadas a la hora de higienizarlas. No obstante, es posible pasarles un paño humedecido en agua con vinagre. Las papas que se compran a granel se pueden lavar para eliminar restos de tierra y bacterias pero no dejarlas sumergidas en el agua. Simplemente se enjuagan, se secan y se colocan en el refrigerador. En el caso de verduras, frutas y hortalizas empacadas al vacío solo deberá limpiar el envoltorio.

Las medidas básicas de higiene se orientan a que esta labor de limpiar y almacenar los alimentos lo haga una sola persona, sin la presencia de niños en la cocina. Asimismo, quien realice esta tarea debe lavarse las manos periódicamente. Y preferiblemente, usar guantes.

Por otro lado, los contenedores utilizados para guardar y clasificar carnes, quesos y fiambres, deben ser higienizados previamente con agua caliente y jabón. Tanto el plástico como el vidrio de estos utensilios acumulan bacterias que no se eliminan con el lavaplatos común.

La superficie de la cocina, mesón, fregadero, gabinetes, también debemos limpiarla para eliminar todo foco de transmisión de enfermedades. Agua y lejía o cloro bastarán para lograrlo. En los supermercados se encuentran múltiples antibacteriales, pero no son tan necesarios como se cree.

Como un material de soporte importante y complemento ideal a la nota, invitamos a ver esta video entrevista, cortesía de DOBLE LLAVE, con la nutricionista clínico Rosisella Puglisi, quien en lenguaje breve y preciso nos ofrece su opinión experta, detalles y tips sobre el tema tratado.

LB

Con información de agencias, DOBLE LLAVE y otros medios internacionales

Prevenir la propagación de bacterias y virus mediante una adecuada manipulación de los alimentos