Educación y formación en valores
La enseñanza de los valores es un proceso que no se detiene. Inicia a temprana edad pero es preciso insistir en dichos valores a medida que el niño va creciendo con el propósito de que los comprenda, los practique y no los olvide

El ejemplo es el principal medio de transmisión de valores y principios  a los hijos. El hogar, como lugar de convivencia, es el centro de intercambio diario de valores como el respeto, la amistad, la ética, la honradez y la disciplina. Esto se logra a través de las situaciones que se experimentan a diario y que llevan a tomar decisiones o asumir una actitud al respecto.

Los niños aprenden por imitación de los adultos que los rodean. Al iniciar la etapa escolar, estos mismos valores son reforzados por los educadores y demás profesionales que hacen vida en los centros educativos y quienes deben velar porque los estudiantes adquieran las herramientas necesarias para una vida plena, no solo dentro del área de la educación convencional propiamente sino para su supervivencia en armonía.

Los conceptos adquiridos en la primera infancia son armas intangibles que le servirán como guía en toda decisión que deba tomar durante su vida. Especialistas en el área de la ética insisten en que los padres dejan un legado invaluable a su descendencia a través de los valores, más que en los bienes materiales que puedan ser repartidos mediante un proceso legal.

La honestidad, la amistad, el amor, la responsabilidad, la lealtad, la autoestima, la justicia, entre otros valores, son el pilar fundamental para un desarrollo integral y el éxito en todo lo que se emprenda. La transmisión de estos conceptos la pueden lograr los padres en un ambiente relajado y sin imposiciones ni castigos. Incluso las salidas de recreación son propicias para conversar acerca de la importancia de llevar una vida recta, cumplir con las obligaciones diarias, culminar todo lo que se inicie con compromiso y deseo de hacerlo bien.

Sin duda, los valores y principios brindan a los niños y jóvenes gran fortaleza para enfrentar la vida, confianza en sí mismos para lograr sus metas, tranquilidad, capacidad para mostrar solidaridad y misericordia hacia los demás.

GFCh

Con información de agencias y otros medios

Padres y educadores son los primeros en transmitir valores a niños y jóvenes
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