Del verbo latino “moveré”, la motivación es ese impulso interno que anima al individuo a enfrentar cada situación de la vida con ánimo y confianza. Puede tratarse de rutinas como levantarse y prepararse para estudiar y trabajar, o enfrentar eventualmente una competencia deportiva, la defensa de un proyecto ante un jurado por ejemplo, entre otros

Aunque la vida ha cambiado mucho en tiempos de pandemia y su consecuente confinamiento, la motivación es necesaria incluso para mantenerse sano, pues cuando nos sentimos incentivados a realizar o lograr algo nos mantenemos activos. Por el contrario, cuando falta la motivación la persona puede mostrarse apática, deprimida, sin deseos de luchar.

La motivación ayuda al niño en desarrollo a crear hábitos que le servirán el resto de su vida. Por otro lado, alimenta su curiosidad innata, lo cual generalmente es positivo para su aprendizaje.

La motivación juega un papel de primera magnitud en el desarrollo de la personalidad y el logro de las metas

Si el niño está motivado asumirá nuevos retos, hará un mayor esfuerzo por alcanzar un objetivo y ello le dará satisfacción. En este caso, los padres tienen un papel determinante, ya que son quienes pueden motivar a los hijos a alcanzar un nivel más alto en cada etapa de su vida mediante consejos, palabras positivas, apoyo moral y colaboración en aquellas áreas involucradas en sus tareas.

Aquí surge la referencia de la teoría del incentivo, que se centra en la motivación como resultado de un estímulo que anima a mantenerse activo en la consecución de un objetivo. En este caso estamos hablando de refuerzos, preferiblemente positivos, a través de frases como: “tu puedes”, “tienes la capacidad para lograrlo”, “sigue adelante”, “no te rindas”.

La motivación personal requiere de compromiso, constancia y adaptación al cambio

La motivación es esa energía que impulsa al individuo a realizar las tareas diarias, en el ámbito personal, comunitario, educativo, laboral, a lo largo de su vida. Lleva implícita una actitud positiva y hábitos saludables que se fortalecen a medida que la persona madura.

Normalmente, existe una motivación intrínseca que proviene de la propia naturaleza de la persona, del deseo de autorrealización, de alcanzar el éxito, graduarse o tener una empresa propia.

La motivación se funde y combina con una actitud positiva y con hábitos saludables

Esta es la motivación personal, que requiere de compromiso, constancia, adaptación al cambio, responsabilidad, valoración tanto de los logros como de los fracasos para aprender de éstos.

Una persona motivada requiere menos de refuerzos para alcanzar sus objetivos, pues posee herramientas naturales para tomar las decisiones más acertadas y que le ayuden a pasar con éxito cada etapa de su evolución.

LB

Con información de medios especializados y agencias internacionales

La positiva motivación ante los desafíos de la vida