hiperactividad-déficit de atenciónEl Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno de origen neurobiológico caracterizado, principalmente, por niveles de actividad exacerbados, dificultad de concentración, incapacidad para controlar los impulsos, intolerancia para la frustración y, en muchos casos, problemas de comportamiento.

Mucho se ha discutido sobre la etiología, sintomatología y terapia del TDAH, pero si queremos ayudar de forma efectiva al niño que lo padece, también es muy importante conocer y entender cómo es su experiencia personal de cara a este trastorno, cuáles son los sentimientos que le produce y cómo los afronta.

En primer lugar, saber de sus momentos de distracción, saber que pueden ser una perturbación para sus compañeros de clase y entender que no tienen control sobre éstas y otras acciones puede ser devastador para su autoimagen, y tener un efecto muy negativo sobre su actuación escolar y su vida social y emocional. Es necesario entenderlos, tratar de comprender cómo se ven a sí mismos y emprender acciones destinadas a ayudarlos a lograr su desarrollo integral.

En cuanto a su desempeño escolar, para ellos hacer sus tareas, concentrarse en clase y tratar de no causar dificultades en el aula representa un enorme esfuerzo, y están conscientes de ello; esto le causa un gran sentimiento de frustración o fracaso, que se ve incrementado cada vez que se le asigna un trabajo para el que se requiere un nivel de atención y control que está fuera de su alcance. El resultado es que el niño con TDAH comienza a desarrollar un pobre concepto de sí mismo, se siente incapaz y duda de sus propias habilidades, lo que acarrea un descenso en su nivel de autoestima y sentimientos de tristeza, inseguridad y desconfianza. En estos casos, tienden a compararse con sus compañeros, comparación en la que siempre quedan malparados; entonces su rendimiento escolar se deteriora aún más y se abre el camino hacia el fracaso escolar.

Con respecto a su vida social, a causa de su comportamiento impulsivo e incontrolado, sus relaciones con los demás niños siempre son problemáticas; en consecuencia su círculo de amigos es más bien pequeño, con relaciones efímeras y superficiales. Esto le hace sentir inadecuado, rechazado, y no pocas veces agredido.

En el hogar, lejos de sentirse apoyado por sus padres, estos por lo general, luego de varios fracasos en la realización de algunas tareas dejan de tomarlo en cuenta y de asignarle responsabilidades, quizás tratando de evitarle un nuevo fracaso, o porque realmente consideren que el niño es incapaz de llevar a cabo una tarea en forma adecuada; esto redunda en forma muy negativa sobre el desarrollo de su autonomía y su independencia.

Ante estas circunstancias, ¿qué deben hacer los padres? Primero que nada, es importante que presten gran atención al comportamiento de sus hijos, ésta es la mejor manera de reconocer si el niño presenta el TDAH y prepararse para brindarle la orientación y el apoyo que necesita. De ser éste el caso, buscar información en forma exhaustiva acerca de este trastorno, a fin de conocer exactamente cuáles son las debilidades, fortalezas del niño con TDAH.

Establecer rutinas, horarios y estrategias de aprendizaje para crear un entorno favorable que le ayude a controlar su conducta y fortalecer su atención.

Fomentar el establecimiento de relaciones duraderas con sus compañeros, apoyándolo en sus interacciones con otros niños de su edad.

Reconocer y aplaudir sus progresos, resaltar sus éxitos y aspectos positivos de su comportamiento, así como asignarle tareas al alcance de sus posibilidades, bajo supervisión, a fin de motivarlo y fortalecer su autoestima.

LQ

Con información de publimetro.pe

 

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad desde el punto de vista del niño que lo padece