Es clave afianzar, compartir y entender bien el sentido de responsabilidad

El hombre tiene una repercusión directa en el entorno en el que vive. Utiliza los recursos que tiene a mano, come los animales destinados para su sustento, crea actividades lucrativas basadas en recursos como la madera, la tierra, los minerales, el agua, y una larga lista de recursos

Sin lugar a dudas, la explotación descontrolada de recursos, unida a la producción de cada vez más desechos, han incidido en el estado actual de la Tierra. De allí deriva la discusión y probable causa del cambio climático y sus consecuencias en todo el mundo.

En medio de esta problemática que lleva décadas siendo analizada, surgen alternativas éticas para el aprovechamiento de los recursos, mecanismos para la reducción del impacto ambiental de la industria, protocolos para la reducción de las emisiones contaminantes tanto del sector transporte (terrestre, aéreo, marítimo) y de la industria en general, cuidado de la naturaleza, control de la tala y la quema, prohibición de actividades que antaño causaban daños irreversibles a los ecosistemas y a los animales que hacen vida en ellos.

La lista de medidas y mecanismos es larga. Lo importante es que en las discusiones internacionales, regionales y dentro de cada país se ha mantenido un espíritu de respeto y ética que permite el diálogo de los sectores involucrados a fin de alcanzar objetivos que beneficien a toda la humanidad y ayuden a proteger al planeta.

Los distintos programas en cada país, apoyados por acuerdos internacionales y el programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUD) se orientan a la reducción de la emisión  de contaminantes, uso eficiente de los recursos naturales, respeto por la vida de todos los ecosistemas, ahorro energético y otras medidas a favor de la preservación del medio ambiente.

En todo ello es clave afianzar, compartir y entender bien el sentido de responsabilidad.

MP

El cuidado del ambiente, un asunto o responsabilidad ética y humana