Especialistas han manifestado su preocupación respecto al uso de aplicaciones diseñadas para bajar de peso, sin supervisión

Las nuevas tecnologías han llegado para cambiar los hábitos de las personas. En la actualidad existen apps para deportistas, educadores, artistas y así continúa la lista. Sin embargo, en el campo de la salud los médicos e investigadores se muestran escépticos. El lanzamiento el pasado mes de agosto de la aplicación Kurbo avivó la polémica sobre los riesgos que pueden eventualmente representar las herramientas de pérdida de peso o recomendaciones alimentarias para niños y jóvenes. Ya existe una lista de más de 90 mil personas firmantes que solicitan que la aplicación sea eliminada. Esta información es compartida y comentada desde la Fundación Torres-Picón

Kurbo está diseñada “para ayudar a niños y adolescentes de 8 a 17 años a desarrollar hábitos alimenticios saludables y mantenerse activos”. A primera vista no parece ser una amenaza; no obstante, ya existe una lista de más de 90 mil personas firmantes que solicitan que la aplicación sea eliminada.

Esta información es compartida en el marco del eje de actividades de divulgación preventiva en salud impulsadas por la Fundación Torres-Picón.

Información compartida y comentada por la Fundación Torres-Picón
Pedro Torres Ciliberto, con el ex presidente de México Felipe Calderón; ambos en favor de promover la cultura por una vida sana

La obesidad es, sin duda, uno de los principales problemas de salud mundiales que afectan a niños y jóvenes. La selección de una dieta adecuada y saludable para cada caso requiere la intervención de especialistas, visita al consultorio, seguimiento riguroso, diagnósticos precisos. Los detractores de Kurbo basan su petición en estos y otros argumentos.

Por su parte, la Academia Estadounidense de Pediatría desaconseja que los padres alienten a sus hijos a seguir una dieta o eliminar de forma definitiva elementos de sus comidas diarias con el único propósito de perder peso.

La preocupación principal de los especialistas es el uso de aplicaciones similares, diseñadas para bajar de peso, sin supervisión. Esto podría agravar la patología en niños y adolescentes, o generar trastornos alimentarios.

El niño no es responsable de lo que sucede y debe recibir apoyo de los padres, quienes son su modelo a seguir al momento de cambiar sus hábitos alimenticios. En la mayoría de los casos, las dietas de los más jóvenes incluyen a toda la familia, de manera que todos disfruten de nuevas combinaciones de alimentos y logren juntos mayor bienestar.

Pedro Torres Ciliberto, desde la fundación Torres-Picón, enfocada en la prevención en salud así como en la promoción del arte, la cultura y la educación en poblaciones infantiles y juveniles con menos recursos, al compartir esta información dijo que, en tanto la ciencia, los investigadores y los profesionales de la salud encuentran maneras más efectivas de controlar y disminuir el problema, debe seguirse promoviendo a la par del ejercicio físico frecuente y una dieta lo más saludable posible, el consumo frecuente de agua potable en vez de bebidas azucaradas o gaseosas, y muy importante la positiva interacción familiar bajo la orientación de los médicos.

LB

Tomado y con información de Informe21

Aplicaciones de control de peso podrían ser un riesgo en la salud de niños y adolescentes